domingo, 21 de septiembre de 2008

Y el fuego del infierno ya es solo humo



Mariposas, que arrastran polvora quemada
En el interior de mi piel, en el exterior de mi Fé.
Mariposas, que juegan a perder
En el circo de mi corazon, en los columpios de mi ser.
Mariposas, que añoran ser gusanos para arrastrarse
En los humedos poros de mi piel, en los jirones de mi querer.
Mariposas, que marcan el camino
En mis sueños, sin querer, en tu territorio, sin perder.
Mariposas, que buscan la manera de volar alto
En mi pequeño universo, tras tu brillante estrella, siguiendo tu estela.

No hay comentarios: